Seguramente muchas veces hemos oído hablar de la malaria, pero no sabemos muy bien de que se trata, pues bien, el paludismo o malaria es una infección de los glóbulos rojos causada por el Plasmodium, un organismo unicelular. Esta infección es una de las enfermedades más antiguas. Se caracteriza por 3 síntomas: la cefalea, la fiebre y los escalofríos.
Hay cuatro especies del género plasmodium (el parásito causante del paludismo) que transmiten la enfermedad al ser humano: Plasmodium vivax, P. Ovale, P. Malariae y P. Falciporum (el más mortífero). La causa principal de paludismo es el cumplimiento incorrecto de la quimioprofilaxis (utilización de sustancias químicas para prevenir la aparición de una enfermedad
El riesgo de infección varía en función del itinerario, la duración del viaje, la época del año (época de lluvias, temperatura…), inmunidad de la población, distribución de lugares donde se crían los mosquitos y la prevalencia de las distintas especies. En el hombre la transmisión se produce por la picadura de la hembra del mosquito Anopheles. Es especialmente activa desde el anochecer hasta el amanecer. También se transmite por transfusiones de sangre o por jeringuillas infectadas. Otra causa, poco probable, es en los aeropuertos o alrededores.
El periodo de incubación depende de la especie que provoca la infección. Si son los P. Vivax u ovale, suele durar entre 10 y 16 días; si es el P. Malariae, entre 20 y 40 días, y si es el falciparum, entre 8 y 14. Los primeros síntomas no se distinguen de una enfermedad viral leve: fiebre leve e intermitente, dolor de cabeza y dolor muscular, escalofríos junto con una sensación de enfermedad. En general son los siguientes:
Malestar general
Cefalea
Cansancio intenso (astenia)
Molestias abdominales
Dolores musculares (mialgias)
Fiebre y escalofríos
Si la enfermedad evoluciona presentan varios cuadros, dependiendo del organismo infectante. Entre los síntomas menos graves están las alteraciones gastrointestinales, es decir,diarreas, vómitos, dolor de estómago y alteraciones biliares como ictericia o coletiasisis. También destaca la hepatoesplenomegalia o aumento simultáneo del tamaño del hígado y el bazo, que es constante para todas las formas de paludismo, y su frecuente asociación con el herpes en el labio.
La prevención de malaria consiste practicamente en la quimioprofilaxis. El viajero debe informarse sobre el lugar y evitar en lo posible las picaduras del mosquito.